Desilusión en River: La eliminación de la Libertadores expone fallas en el plantel y la dirigencia

La eliminación de River Plate de la Copa Libertadores dejó a sus seguidores con un sabor amargo, evidenciando problemas estructurales y decisiones cuestionables a nivel dirigencial y técnico. A pesar de los esfuerzos de los hinchas, que realizaron un fervoroso recibimiento en el estadio, el equipo no logró el "fuego sagrado" necesario para alcanzar el triunfo. La falta de respuestas en momentos clave y la irregularidad en el rendimiento de los refuerzos generaron una frustración generalizada.

Críticas al rendimiento y la planificación del equipo. La llegada de refuerzos como Acuña y Bustos, y las importantes inversiones en fichajes, no lograron consolidarse en resultados. Jugadores como Armani fueron destacados por su desempeño, mientras que otros quedaron en deuda, sin cumplir las expectativas. La falta de contundencia en los momentos decisivos fue evidente, y se cuestionó la planificación de los refuerzos, así como el rol del técnico Marcelo Gallardo, quien asumió hace solo dos meses y enfrentó el desafío de llevar a River a una semifinal en un corto plazo.

Responsabilidad dirigencial y la sombra de Gallardo. La continuidad de Gallardo, sumada a decisiones postergadas de la dirigencia, generó un caos organizativo. Se dejó en evidencia la inestabilidad en la dirección técnica tras la salida de Demichelis y las decisiones tardías en el mercado de pases. La dirigencia encabezada por Jorge Brito enfrenta ahora un momento de reflexión sobre el futuro del club y la necesidad de reorganizar la estructura para retomar la senda de victorias.

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